Cada invierno observábamos con fascinación la tierra después de las lluvias. Mientras otros veían solo barro y lodo, a nosotros nos encantaba ir en busca de pequeños brotes que asomaban de la tierra, como si fueran delicadas flores nacidas del suelo. Se trataba de hongos, una especie de “flores” misteriosa y abundantes que parecía emerger de la tierra misma con la fuerza de la naturaleza en muchas formas y colores .
intrigados por la belleza y utilidad de estos hongos, comenzamos a investigarlos, hablando con los ancianos de la región. Ellos nos contaron que los hongos no eran solo una curiosidad, sino un regalo de la tierra, llenos de propiedades medicinales y nutritivas. Por lo que inspirados por este conocimiento ancestral,nos dedicamos a buscar más información , y fue así que conocimos que ese era todo un reino del mundo natural al que llamaban Fungi , estudiamos las diferentes especies, a los comestibles los cocinamos en diferentes recetas probamos diferentes técnicas de cultivo y poco a poco fuimos dedicándonos a este maravilloso rubro de la fungicultura